Body Positive, Coaching corporal, y la realidad en el trabajo de Corporalidad.

El body positive, es un movimiento, muy necesario que comenzó a poner sobre la mesa algo importante: aceptación Vs rechazo. Un basta ya, a la cultura de la dieta, la gordofobia y la violencia estética socio-cultural.

Sin embargo, como suele ocurrir, todo llevado al extremo y al escaparate, puede ser dañino y vender la ACEPTACIÓN total 24/7 no es real.

El trabajo real de la corporalidad, debe hacerse acompañado por un profesional que pueda entender y sostener todo el melón que se te abra. Y eso no lo vas a encontrar en el coaching ni en la asesora de turno que antes era muy infeliz, pero ahora es prima hermana de Mr. Wonderfull.

¿Porqué es tan importante entender que la aceptación 100% es irreal? porque si no, pensarás que hay algo mal en ti que te impide llegar a donde otros llegan, eso te generará más rechazo, más dolor, más trauma.

El trabajo real de la corporalidad implica aceptación no del cuerpo en sí, si no de la incomodidad que seguro habrá días que sintamos. Para hablar mejor de esto, os resumiré un poco que interviene en nuestra imagen corporal.

La imagen corporal es un constructo complejo que incluye 3 aspectos:

  • Perceptivo
  • Cognitivo-Afectivo
  • Conductual

La imagen corporal tiene mucha carga subjetiva influenciada también por las creencias erróneas con las que hayamos convivido en nuestra historia vital. No es algo lineal, no todos los días nos vemos igual, las emociones y nuestro contexto influyen y MUCHO.Desde el rechazo a alguna parte de nuestro cuerpo a un trastorno dismórfico corporal, hay un nexo común contextual y cultural que sobre todo, todas, hemos sufrido.

Es por eso que trabajar la corporalidad se hace tan necesario. Debe gestionarse a diferentes niveles y según el proceso, y hay excepciones: si estás dentro de un TCA habrá que trabajar otras partes antes de esta.

Como conclusión, lo real, lo natural, y más apelando a ese contexto en el que nos hemos criado, es que te guste y aceptes cada una de las partes de tu cuerpo ni su forma de envejecer. Esto que nos venden es una utopía que nos hace más daño.

Trabajar la corporalidad es derribar creencias erróneas que nos hacen daño y nos hacen ver que nuestro valor va de la manita con un físico que nunca ha llega a ser ideal; es generar desde dentro autocompasión, ese calorcito al que podemos acceder cada vez que la voz de la crítica y la presión social nos consuma. Es conectar con el “ya basta, YA BAS-TA”

Para finalizar, os dejo con un libro de referencia en este ámbito:
Imagen Corporal de Rosa Raich.

“¡Oh! Qué contenta estoy de verme tan bella en este espejo… y soy yo, Margarita, y soy yo, y soy yo…”

 

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